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Fantasmas con versos

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El pasado vuelve. O, mejor dicho, nunca se fue: “Cuando pronuncio la palabra Futuro la primera sílaba ya pertenece al pasado”. Lo escribió la enorme Wislawa Szymborska, autora de versos sutiles que ilustran de qué manera la naturaleza humana vive en frases cortas. El heroico optimista Albert Espinosa, en una entrevista en televisión, recomendaba leer un poema suyo cada noche, antes de acostarse. Podrían fichar a Espinosa como asesor ministerial para devolver la palabra a los dormitorios y las plazas. Leer poemas en lugar de enredar con pantallas a fin de extremar la sensibilidad y cobijarse de la mugre de tanto tuit afanoso de convertirse en titular. ¿Por qué tantos personajes públicos desean que conozcamos su opinión, sin venir a cuento, y se empeñan en resucitar el fantasma del nazismo, banalizándolo? Es difícil comprenderlo, cuando el exabrupto procede de profesores cultos que han bregado con los fantasmas de la historia. “El terrorismo financiero causa más dolor que el nazismo”, tuiteó Monedero, el primer emigrante de Podemos, una vez Hacienda dio con su sociedad unipersonal. No creo que hiciera ninguna falta establecer una simetría tan ociosa como insensible: cámaras de gas y corruptos que cuentan en billetes.

Del fantasma del nazismo al del paroxismo persecutorio, en este caso un fantasma doliente, bulímico, devorado por la insidia de los flashes que regresa de forma inesperada: lady Di. Cuentan las crónicas que su hijo, el príncipe Guillermo, sufrió un colapso ante su tumba, en el parque de Althorp. Los tabloides británicos describen los síntomas de un ataque más de dolor que de estrés, e incluso hallan una sentida justificación: la real realidad de que ella nunca podrá saber nada de sus nietos. En cambio, cuando la vida te sienta bien –por el contrario al redondo título de un libro que acaba de publicarse, La vida me sienta mal, del poeta y filósofo Alberto Santamaría–, te remiendas y remedas una y otra vez.

El pasado te devuelve de repente. Ahí está, saliendo de la boca del túnel, la gran Cher, multipremiada y multioperada. La intérprete de hits que se siguen bailando y actriz de sobrada calidad, vuelve por todo lo alto a punto de cumplir los 70, teñida de rubio Marilyn en la portada de Closer to the truth, su primer trabajo de estudio en 12 años. Aupada por Marc Jacobs, que la ha convertido en su icono fashion, ha dejado muy claro que antes de Madonna y Lady Gaga ella mandó en el pop. Versos en vena y con receta, que falta nos hacen. Como los de Manuel Vilas, puñales de acero y seda. Él también se despide de la madre, sin temblor; 974310439 se titula el poema. Es tan bueno que tienes ganas de llamar al número: “Mira que fuimos pobres y desgraciados tú y yo/ ma mère, en esta España de grandes hijos de puta / enriquecidos / hasta la abominación. / Y aun así, pobres como ratas tú y yo, / mantuvimos el tipo, / como dos enamorados”.

La tinta bella / James Salter

Qué hombre tan bello fue el nonagenario James Salter, que triunfó como escritor bien pasados los 70 años. Con menos de una docena de libros se convirtió en leyenda. “Salter está entre los pocos autores norteamericanos de quienes quiero leerlo todo”, dijo Susan Sontag. Si aún no han leído su cuento La última noche (Salamandra/L’Altra Editorial) corran a comprarlo. Sutileza, hondura, personajes que se difuminan con el paso del tiempo anclados en el principio humano de la contradicción. Murió la pasada semana. Abandonó los laureles de West Point y la adrenalina de las patrullas al amanecer por la literatura. Elijo una frase de su novela Años luz: “Aquella vida era como una prenda de vestir. Su belleza estaba fuera, su calor dentro”. Como la suya.

Infiel freudiano / Seann Penn

Fleur van Eeden debe de ser una mujer de siete cabezas que no conoce el miedo. Además de doblar a talentosas actrices –como Helen Mirren– en escenas que su virtuosa anatomía puede resolver, escribe poesías románticas y tiene pensamientos profundos como este: “Sean Penn es muy atractivo a pesar de su edad”. La ruptura de Penn y Charlize Theron ha coincidido con el rodaje de su nueva película, The last face (de la que ella es, junto a Javier Bardem, protagonista), que en lugar de acercarlos, los ha alejado. El shooting no sólo fue intenso, además Penn se lió con la doble de su novia –también rubia, alta y sudafricana–. Freud ahondó en la figura del doble como “anunciador de la muerte”, en este caso diez años más joven que la versión original. Todo tan freudiano.

Tiempo de ‘flâneurs’ / Daniel Córdoba-Mendiola

El paseante urbano –mítico flâneur– resurge en tiempos de yuccies (young urban creative) y alcaldes sin coche oficial. Pero los paseos que propone el coolhunter Daniel Córdoba-Mendiola en El mundo en 25 miradas (Libros de Vanguardia) incluyen un sibaritismo artístico propio de viajeros exquisitos. En lugar de seguir a su equipo de futbol, él sigue a sus cuadros: como el de las dos chicas asomadas en la ventan de Murillo que descansan en la National Gallery de Washington. Desde los mercados de Manila o los cocineros de saltamontes de Shanghai, a los food truck de Austin, hasta Le Laboratoire de París –un espacio que combina gastronomía y diseño–, El mundo en… es una invitación al viaje de autor con mirada poliédrica, vibrante, cómplice y provocadora.

(La Vanguardia)

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