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Sara Sálamo, belleza y compromiso: “El machismo perjudica seriamente a los hombres”

Activista, feminista, polifacética, la actriz canaria suma nuevo papel en ‘El favor’, después de trabajar con Almodóvar y dirigir un corto. Mujer inquieta y volcada en los dilemas de la maternidad, disfruta de su vida en Sevilla con su pareja, el futbolista Isco Alarcón. Y anuncia boda. ¿Quién da más?

De niña, sus padres la llevaban a los ciclos de la Filmoteca, ya fueran de películas coreanas o danesas. Su padre le escribía cuentos y los ilustraba, y a ella nunca le pareció tedioso que le mandaran lecturas en el colegio, todo lo contrario. Sara Sálamo (Santa Cruz de Tenerife, 31 años) mueve las manos derrochando seguridad y perspicacia; y, por contra de la mayoría de actores en promoción, no busca el agrado ni la complacencia. Se sienta en un sillón del Hotel Urso, resfriada porque sus hijos –de 3 y 4 años– le transmiten tanto amor como virus, y enseguida despliega su carácter isleño que adorna con un punto de exuberancia y otro de espíritu crítico.

Acaba de estrenar El favor, una comedia sobre el entramado tejido de la familia dirigida por Juana Macías, y, a propósito del título, reflexiona: “A mí no me cuesta pedir ayuda, pero sí favores”. Es de palabra fácil y bien hilada, utiliza verbos contundentes, propios de una activista que abre debates sobre el feminismo o los derechos de los animales, y provoca, sin buscarlo, incendios reaccionarios en las redes. Este año dirigió además el cortometraje La manzana, una oda a las madres.

Activista del feminismo y los derechos de los animales, sus comentarios encienden las redes sin provocarlo

Escribe hilos en X sobre aquello que ve y le provoca rechazo, desde los ataques contra la población civil en Palestina a un padre amenazando a su hija en el tren de cercanías. Fue a clases de dicción para que le abrieran un mayor abanico de personajes en los castings. Y a día de hoy ha interpretado a una uruguaya, una argentina, una malagueña, una madrileña… nunca a una canaria. Para la sesión fotográfica, con joyas de Mumit, Sálamo pidió que el maquillaje fuera vegano, como los productos cruelty free de Charlotte Tilbury, y que en la ropa no hubiera ninguna piel.

Nina Simone decía que la libertad es no tener miedo, ¿está de acuerdo con ella?

Pese a ser muy fan de ella, no puedo decir que esté del todo de acuerdo: soy muy miedosa, sobre todo después de ser madre. Creo que donde reside la valentía es en el acto de enfrentarte a esos miedos y superarlos. Existen recursos como la imaginación y muchas otras herramientas a las cuales nos podemos agarrar para considerarnos libres, aunque no lo seamos.

Y, ¿cuáles son sus miedos?

¡Todos! Realmente le tengo miedo a muchas cosas… Pensaba que iba a ser una madre muy hippy y en cambio soy bastante protectora –¡iba a decir histérica!–. Soy una persona muy exigente, también conmigo misma: llevo todo a unos límites de querer hacerlo bien que son imposible de sobrellevar. Y hacer a una persona, criarla y educarla, es muy difícil. Creo que somos inconscientes, y no valientes, cuando somos padres. Si nos planteáramos lo que realmente supone no todos daríamos el paso.

​Al ser padres somos inconscientes y no valientes. Si supiéramos lo que supone realmente no todos daríamos el paso”

¿Cree que la maternidad coloniza a las mujeres?

Sí. Dejas de ser la protagonista de tu vida, al menos durante una primera etapa.

¿La responsabilidad de la madre sigue siendo aún mayor sobre cuidados y afectos?

Depende de cada caso. Las parejas se hacen cada vez más sus preguntas, pero obviamente todavía no hemos llegado a ese 50% equitativo. Ni en la maternidad, ni en el cine ni en nada. Estamos en el camino, pero todavía no hemos llegado. A mi compañera Inma Cuesta le preguntaban por la conciliación y ella respondió que si a los hombres les preguntaba también por ella. Y no.

¿Cuál ha sido su experiencia con ‘El Favor’, de Juana Macías , su último rodaje?

Fue probablemente el rodaje de mi vida. Ya no solo divertido, sino humano. Muchas veces te encuentras con situaciones personales complejas cuando estas trabajando. Una persona muy cercana tuvo un problema de salud en medio del rodaje, y sin ningún problema pude responsabilizarme. Y ese nivel humano, con lo que supone en una producción, habla mucho de cómo era ese equipo con el que estaba trabajando.

La familia nos lleva a terapia, sí, pero si nos criáramos de otra forma probablemente también iríamos”

El film trata sobre la familia. ¿Piensa que nos complica la vida?

La familia nos lleva a terapia, sí, pero si nos criáramos de otra forma probablemente también iríamos. Igual es el marco en el que está establecido todo, y obviamente es el origen de nuestra identidad y muchos de nuestros traumas… por eso me parece un temazo, sobre todo ahora que nos acercamos a la Navidad.

Una de las frase emblemática de Tolstoi dice: “Todas las familias felices se parecen, en cambio, todas las infelices son diferentes”. ¿Qué le parece?

Entiendo que es una ironía, ya que, en mi opinión, todas en general se parecen. Y, de hecho, lo más usual es decir aquello de “hasta en las mejores familias”. Creo que todos los problemas son muy similares, las formas de relacionarnos entre nosotros, incluso las torpezas. Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Desde una punta del mundo al otro, creo que hay más similitudes que diferencias.

¿Cómo se preparó para el papel ‘El favor’? ¿Es verdad que se inspiró en Tamara Falcó?

Sí, fue una gran referencia. Lo que pasa es que para mí era inviable esa forma de hablar tan sumamente rápida y ágil y que se me entendiera. Modelando su esencia y su aura, está, pero luego construimos a partir de ahí una persona que está en otro planeta, con una necesidad profunda de agradar a todo el mundo y que, cuando el feedback es negativo, hace como que no lo ve. Ella está en un estado anímico de perseverancia, de buscar afecto y de no conectar consigo misma. Creo que va a divertir mucho al espectador.

¿Es diferente trabajar con una directora que con un director?

Esto es como todo, depende de qué mujer y qué hombre. Pero sí que es cierto que mis últimos dos rodajes han sido dirigidos por mujeres y comparten un denominador común: ellas llevan el mando con mano izquierda. Se crea buen ambiente porque mandan sin decir una palabra por encima de otra. Tiene una forma de orquestar al equipo con más calma y mayor confort para todos.

¿Se acabaron ya aquellos directores que exigían y exprimían al máximo?

¡No, en absoluto! Por supuesto los hay; eso va en la forma de ser la persona: hay señores y señoras que dirigiendo son agresivos, violentos y violentas.

Hay señores y señoras que dirigiendo todavía son agresivos, violentos y violentas”

¿Y cómo se gestiona?

Depende de cómo te pille: si eres muy joven y no sabes reaccionar, te sientes totalmente descuadrada y fuera de lugar; te puede pillar en una etapa mas rebelde y dices “yo por aquí no paso”; y también en un momento en el que decides qué batallas luchar y cuáles no, y eliges no pelear la de hoy, sino hacerlo tal vez mañana.

¿Hubo algún autor o autora que la desvirgara, literariamente hablando?

Pienso que cuando te dan acceso ilimitado a la cultura puede ser un poco peligroso, y ese fue mi caso. Leí Travesuras de la niña mala de Vargas Llosa siendo una niña muy pequeña y aquello se me quedó grabado. De hecho, no he querido volver a leerlo por que aquellas imágenes sexuales fueron tan impactantes…

¿Esto lo hablaba con sus padres?

Efectivamente. Me acuerdo de una vez, en Tenerife, que fuimos a una performance en la que los actores se encontraban dentro de unas jaulas. Claramente no era para mi edad, pero mis padres siempre me llevaban con ellos. No había nada explícito, sino que era todo muy sutil, pero yo entendí perfectamente el mensaje. Una chica dentro de una de las jaulas decía todo el rato “papá, mira lo que hago, mira lo que hago”. Y esa violencia que había en el subtexto me hizo sentir miedo. Son cosas que me marcaron y que tienen que ver con quien soy.

Como resultado, ¿fue niña madura desde muy pronto?

Entonces no se le ponía nombre a las cosas, pero ahora, viéndolo con mi hijo mayor, lo denominan “altas capacidades”. Es un tema muy complejo. Siento pudor al compartir esto por que parece que todas las madres decimos que nuestro hijo es muy listo, pero tiene un parte muy del cómo tolera la frustración y digiere lo que le pasa por que todo le duele mucho. Todo nos duele mucho. El mundo nos duele mucho. Creo que de ahí viene que sea vegetariana, por ejemplo: yo quería darle besos a los animales, no comérmelos. Todo va en relación a la sensibilidad que tengo con y para los otros. Veía un perro debajo de un coche lleno de aceite y me tenia que agachar a cogerlo.

Fui una niña con altas capacidades; recibí muchas broncas y cada dos años cambiaba de colegio”

¿El tener altas capacidades le ha permitido de entender mejor el dolor de los otros?

Decía que, en aquella época, no se diagnosticaba, pero lo que sí recibía eran broncas y llamadas de atención constantemente. Cuando proponían un ejercicio en clase, yo en minuto y medio ya lo había resuelto. Únicamente con escuchar al profesor retenía la información. Y lo que hacía entonces era ponerme a preguntar al de al lado sobre su vida: “¿Qué hiciste ayer?” Y, claro, molestaba. No dejaba a los demás hacer su trabajo. Y eso se traducía en llamadas a mis padres. Cada dos años cambiaba de centro.

Escribió una novela, ‘El ocaso del mono que arañaba la pared’, con mucho humor negro…

Sí. Cuando se publicó me llamaron para llevarla al cine, pero lo rechacé. No tenía ni idea de cómo hacerlo. Por eso en 2020 comencé a estudiar guion y dirección. Y tres años después me he aventurado con una historia que he escrito y dirijo. Me costaba dar el paso, pesaba en fallar… Incluso investigué a todos los directores y directoras que me gustaban y busque a conciencia su primer trabajo para decirme “permítete no ser una genia la primera vez: no vas a hacer una obra maestra de lo primero que hagas, permitéte el desarrollo”.

¿Cuál es su relación con el poder?

Siempre he sido muy normativa, soy muy estructurada para definir el bien y el mal. Me han educado en entender y acatar las normas porque sino el sistema es inviable; pero también en hacerme preguntas, en saber si lo que está establecido esta bien o no, si algo que es ley o o norma…

Ante el poder político, ¿cómo se posiciona? Siempre hay en usted algo reivindicativo…

Tengo un espíritu crítico, sí, pero también empático. Siempre me pregunto: “Con lo difícil que es gestionar una casa, como será gestionar un país”. Creo que debe de ser muy complicado, sobre todo con la crispación que hay ahora. Yo soy claramente de izquierdas.

¿Cómo ha gestionado los mensajes de odio en redes?

Esto va mucho por etapas, hay etapas en las que en absoluto me afecta, hay otras en las que muchísimo sobre todo cuando se dirigen amenazas a mis hijos, que sobrepasan ya líneas, y supongo que eso va muy de la mano con la sensibilidad que tenga en es momento… Pero también recibo mucho amor, mensajes positivos, aunque es cierto que esos suelen ser más por privado.

Los mensajes de odio en redes me afectan según el momento; hay etapas en las que en absoluto me afecta, hay otras en las que muchísimo”

Le reprochaban ser “rica y de izquierdas”, y usted hizo pedagogía de los impuestos.

Es que no entiendo que se nos exija a las personas que tenemos privilegios –en el ámbito que sea– que disfrutemos de ellos sin mirar atrás. Que yo tenga algo bueno no significa que no me preocupe por que los demás no lo tengan; yo quiero el bien para todos. Como si tuvieras que llevar rastas, sin ducharte.

La exigencia estética a las mujeres. ¿Cree que nos proporciona inseguridad?

Muchísima. Nunca entendí la polémica armada en los Goya por no ir maquillada. Iba absurdamente nerviosa y todo vino de una conversación en casa, porque, como mencionaba antes, tengo esa sensibilidad hacía los animales y tuvieron que buscar maquillaje vegano, cruelty free, algo que siempre me causa problemas. Mi pareja me preguntó por qué no iba sin maquillaje y el hecho de imaginarme la situación me puso tan nerviosa que me empecé a plantear si a algún compañero más le ocurría lo mismo: ponerse nervioso por ir con la cara limpia. “¿Le pasará lo mismo a un hombre que va a una boda o algún evento?” Y en cambio las mujeres nos pone inquietas e intranquilas ir con nuestro propio rostro. Yo estaba preparada para lo que iba a venir, para las críticas. Pero pensaba que iban a ser de las de “ves, sin maquillaje no vale un duro”, y no que si era todo una mentira y llevaba unos maquilladores para después. Esa no me la vi venir. Fue absurdo. Una marcianada.

¿Cómo fue la experiencia de rodar con Almodóvar ‘Extraña forma de vida’?

Muy bien. Me encontré con un señor muy divertido, muy cercano, que nos lo puso muy cómodo a todos, lejos de la imagen que pudiésemos tener de él, de que es frío o distante. Lo disfruté mucho.

¿Ser elegida por él le dió más seguridad como actriz?

Yo, cuando llegué aquí a Madrid, me lo encontré en un evento, y bromeaba con la gente con la que estaba, diciendo “te imaginas que tiro un vídeobook al suelo y digo “mira, Pedro, que se te ha caído eso”. Creo que es el sueño al que aspiramos todos.

¿Quiere salir a la escena internacional?

No lo sé. Es una cosa que nunca me he planteado. Creo que podría intentarse, pero ahora mismo estoy mas focalizada en dirigir y contar mis historias.

Con mi pareja (Isco Alarcón) estamos en un momento muy bonito, muy feliz”

Está unida al futbolista del Betis, Isco Alarcon (anuncian boda) y en las redes se muestran como una pareja enamorada…

La verdad es que sí: estamos en un momento muy bonito, muy feliz.

En el mundo del fútbol, las chicas por fin están en la primera línea pero ahí a habido siempre un reducto de machismo. Por ejemplo, parece que no hay gays

Sí, alguno habrá salido del armario, pero muy pocos. Es cierto que el machismo perjudica muchísimo a los hombres, los hombres son hombres por como le ven los otros hombres, tienen que estar demostrando esa virilidad arquetipada, porque si se salen de lo que es considerado viril, serán señalados por el resto.

Pensaba que iba a ser una madre muy hippy y en cambio soy bastante protectora… ¡iba a decir histérica!”

“Si el feminismo no molesta, es marketing” es una frase suya, ¿qué molesta todavía?

Toda pregunta que vaya a sacar de la zona de confort a alguien, molesta. Y esto pasa con todas las luchas sociales en toda la historia. Pienso que si se hace de una manera educada, protocolaria y con cuidado no va a calar en el otro lado

Fotógrafo: Pau Palacios (@pau.palacios.photo). Maquillaje y peluquería: Vicky Marcos para Charlotte Tilbury Beauty. Estilismo: Tam Vekic para Room Service 039. Dirección de arte: África Colado. Producción: Ester Gallén. Localización: CoolRooms Palacio de Villapanés

Entrevista publicada en Magazine La Vanguardia el 26 de noviembre de 2023

Publicado en Entrevistas Magazine La Vanguardia

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