Juan Carlos Monedero asegura que una de las razones por las que abandona sus cargos en Podemos es porque ha “perdido la frescura de sus orígenes”, y se remonta al 15-M, cuando en la Puerta del Sol, tras días de acampada, se olía a intemperie -el olor a calle es inconfundible- a camiseta revenida o a pelo sucio. Borja Sémper, presidente del PP de Gipuzkoa, ponderaba por su parte el viernes en San Sebastián “la frescura de los jóvenes, gente limpia de polvo y paja”. Y, al tiempo, Manuel Chaves aseguraba, refiriéndose a Podemos y a Ciudadanos, que “esos dos partidos políticos, con ese lenguaje tan nuevo, tan fresco, tan espontáneo, han puesto encima de la mesa de negociación un chantaje”. De Albert Rivera se destaca a menudo su aporte de frescura, como si fuera un caramelo de eucalipto, una contrafuerza fresca frente a un Podemos -con notas amargas de regaliz- que precisa de una Isabel Coixet para que les aconseje no sólo un color sino un perfume identitario.
Pero la aspiración a la frescura entraña una paradoja: se reclama experiencia, solidez y preparación, y a la vez una fragancia a nuevo. Un aroma refrescante pero contundente, que no se evapore al instante, condición que niega la propia naturaleza del término pues lo fresco es volátil y su gracia radica en que no persista. Puede que todos aquellos que reclaman frescura a quienes deben de encauzar el rumbo del país realmente se refieran a detergente y suavizante, incluso a lejía o amoniaco. También a cambio generacional, a códigos menos envarados, a privilegios medidos. Pero, por algo será que dicen frescura como si la bendita naturaleza pudiera airear el olor a cerrado que emana de este juego de tronos tan maloliente. El mismo que Gombrowicz capturó en sus diarios, después de un desayuno en L’Hermitage: “La comida olía como un retrete de lujo”. Vísceras frescas y aromatizadas.
y + vueltas sobre la frescología
¿qué es un fresco? me refiero a un sujeto o individuo
¿y una femeninasingular fresca?
biiiiigsaludo
A mi me gusta el aroma a lavanda es muy fresco y da tranquilidad; a demás dura mucho su aroma.