Sus movimientos son toscos, su obsesión frenética, hasta que uno exclama aliviado: “¡Por fin!”. Y tras enchufar el móvil su semblante se relaja, igual que si le hubieran quitado un gran peso de encima y sintiera que la vida es chula, no tanto por lo que le depara el instante real sino porque se está cargando la central de datos de su existencia virtual, el verdadero mundo, el que aglutina mensajes personales, noticias, correos electrónicos, fotos y vanidades servidas en la palma de la mano. La promesa de vida no teu coração que cantaban Elis Regina y Jobim, la llegada de una señal que entretenga las horas hasta el punto de hacerte olvidar que las horas pasan.
En los baños de los aeropuertos, en el supermercado, en los vagones de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya -que incluso han redactado unas normas de uso en las que se recomienda cederlos amablemente al usuario siguiente-, se repite la escena. En algunos restaurantes disponen ya de cargadores para iPhone 4 y 5, Samsung Galaxy o Sony Xperia. Se cuentan entre aquellos objetos cotidianos de los que nos evadimos en un rapto de autonomía y con los que luego nos obsequian como muestra de atención al cliente: un tampax, kleenex, cerillas, unas gafas para ver de cerca, una corbata incluso. ¡Ah de los establecimientos que no sólo no ponen pegas sino que están bien surtidos de conectores! Su pedigrí se subraya porque vivimos en la era del cargador. A pesar de la inteligencia domótica, la mecánica cuántica y las redes wifi, aún dependemos desesperadamente de un cable. La levedad de un mundo hiperconectado al Gran Hermano universal, capaz de llegar donde tu índice desee con la yema del dedo, se espesa igual que la sangre con colesterol si se acaba la batería. Un fundido en negro que estremece, galvanizado por una impaciencia tan propia de nuestra época como la dependencia del enchufe, y más entre aquellos que pertenecemos a la generación de las pilas y no necesitábamos trajinar con frecuencia frente a los oscuros agujeros por los que transita la energía.
En los baños de los aeropuertos, en el supermercado, en los vagones de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya -que incluso han redactado unas normas de uso en las que se recomienda cederlos amablemente al usuario siguiente-, se repite la escena. En algunos restaurantes disponen ya de cargadores para iPhone 4 y 5, Samsung Galaxy o Sony Xperia. Se cuentan entre aquellos objetos cotidianos de los que nos evadimos en un rapto de autonomía y con los que luego nos obsequian como muestra de atención al cliente: un tampax, kleenex, cerillas, unas gafas para ver de cerca, una corbata incluso. ¡Ah de los establecimientos que no sólo no ponen pegas sino que están bien surtidos de conectores! Su pedigrí se subraya porque vivimos en la era del cargador. A pesar de la inteligencia domótica, la mecánica cuántica y las redes wifi, aún dependemos desesperadamente de un cable. La levedad de un mundo hiperconectado al Gran Hermano universal, capaz de llegar donde tu índice desee con la yema del dedo, se espesa igual que la sangre con colesterol si se acaba la batería. Un fundido en negro que estremece, galvanizado por una impaciencia tan propia de nuestra época como la dependencia del enchufe, y más entre aquellos que pertenecemos a la generación de las pilas y no necesitábamos trajinar con frecuencia frente a los oscuros agujeros por los que transita la energía.
Si el cobalto y el litio revolucionaron nuestras vidas, ahora la Universidad de Stanford anuncia una nueva batería de aluminio, más barata y segura, capaz de recargarse en apenas un minuto, que nos permitiría liberarnos de esa corriente que recorre montañas y carreteras en forma de sutiles cableados sobre los que se posan ruiseñores y cuervos. Los mismos que parten el cielo con sus carriles de sombras, y de los que vivimos esquinados, como a menudo de la familia, aunque nos alimente.
Creo que pensamos que estamos llegando a la cuspide de la comodidad, de la capacidad de creernos autosuficientes, de pensar que no necesitamos nada, y el egocentrismo de pensar que no tenemos limitaciones, sabemos que la tecnologia nos ha dado una falsa ilusion de omnipotencia, pero siempre chocamos con la realidad, con la cotidianidad de la vida, y nos hace reconocer que somos dependientes hasta de lo mas minino, siempre encontramos una pauta a nuesta afanado entorno, y es ahi cuando vienes las reflexiones y caemos encuenta de la realidad de nuestras limitaciones, y eso es un recordatorio de que apesar de querer lograr alcanzar una perfeccion, reconocemos que seguimos siento humanos sensibles, que esa es nuestra verdadera virtud, lo podemos ver en esta excelente reflexion Joana Bonet, que seguimos dependiendo de cosas tan sencilllas como un cargador, apesar de tener una tecnologia tan impresionante en nuestras manos, siempre aparece un “pero” una limitante, parece que apesar de seguir avanzando hacia grandes hazanas, siempre se implementara el lado humano de interdependencia con los demas, no somos islas ambulantes, sino una gran familia dependiente.
Es bien sabido que todo lo que tenemos es por necesidad, y aunque hoy en día el teléfono ya se ha vuelto un artículo de primera necesidad; nos encontramos con ese detalle el cual es un tanto cuanto frustrante “batería baja”, en el momento que más lo necesitas.
Pero aunque no estoy muy inmerso en estos datos, veo que cada una de las baterías son agentes contaminantes, los cuales los “olvidamos” en cualquier lugar sin pensar en las consecuencias, solo espero que estos cambios sean para beneficio de la sociedad y el planeta.
Es interesante, tanto poder y a la vez tan limitado.
La bateria de aluminio suena como algo super útil.
Aunque espero que no contamine tanto como las otras baterias.
La verdad yo creo que casi todos los seres humanos tenemos teléfono porque la tecnología no para si no que sigue evolucionado cada día más, y los cargadores nos lo es necesario para cargar los teléfonos. Y la realidad es que ya nadie puede estar sin un teléfono, la tecnología avanza, pero a nosotros nos hace mas tontos ya que la tecnología lo tiene todo ya no nos deja pensar con la cabeza, ya es mas fácil investigar o buscar alguna información y copiarla.
Existe algo llamado nomofóbia que es el miedo a vivir desconectado, la carencia del teléfono móvil. Un estudio que se publicó en Indian Journal of Community Medicine afirma que el teléfono móvil se ha convertido en “una necesidad debido a los beneficios que proporciona”, música, redes sociales, agenda,calculadora, video juegos, vídeos etc, el que se descargue, para nosotros ya es una fatalidad.
Es increíble la forma en que los celulares, ipads, laptops nos han cambiado la vida. Meter tu mano en el bolsillo y no sentir el celular hace que la sangre se te baje a los pies y si te ocurre la maldición de la descarga es como si el mundo se desmoronara a tu alrededor. Es increíble, pero así es. Todo lo manejamos desde ahí, las citas con los clientes, los pendientes del trabajo, hasta la lista del super o el telefono del pediatra.
la verdad es impresionante como hoy en dia lo que mas importe es el telefono y dejan atras lo mas importante como lo es la familia hay gente que se levanta y lo primero que hace es revisar su celular y se preocupa aun mas que este muy bien cargado si claro que es importante para tenerse comunicados pero hay que saber utilizarlo sin excederse
los celulares son muy utiles y nos hacen la vida mas facil y organizada , le hemos dado mucho poder al celular y es por eso que nos volvemos dependientes de el , desde que amanece el nos despierta con la alarma, nos recuerda las citas con el medico , con los clientes ,los cumpleaños , ya no memorizamos numeros ni fechas ni datos importantes , por eso si se nos pierde, descarga o descompone nos da panico,los excesos son malos , tal pareciera que traer contigo el celular es vital y en realidad no lo es.
Vivimos una vida tan acelerada, que nos hemos echo tan dependientes de este articulo tan pequeño. Al quedarnos sin batería es increíble como podemos cambiar de estado de ánimo. Al salir de casa podemos olvidar todo ,menos nuestro móvil que ya forma parte de nosotros ,aunque es bien sabido que es muy dañino para nuestra salud ,esto no parece ser obstáculo para apartarnos de él . Ya que nos permite realizar diversas actividades y mantenernos comunicados con varias personas a la vez.
el solo hecho de ver en la pantalla del celular que nos queda el 20% de energia (por que es tan inteligente que nos avisa) nos hace acelerarnos buscar con desesperacion el cargador o la forma mas rapida de llegar a casa o al trabajo para conectarlo,creo que es una de nuestras prioridades checar antes de irnos a dormir que tenga bateria para el dia siguiente somos exclavos del celular es el numero uno en la lista ya no vivimos sin el”
La tecnología no es el problema el problema somos nosotros pues nos hemos hecho tan dependientes que ya no convivimos con las personas que no saben utilizarla como personas de la 3ra edad no estoy en contra de hecho yo soy de esta generación y también contribuyo al desarrollo tecnológico directamente, pero es triste ver que todos somos tan dependientes del celular hasta para despertar o nos emosiona tener las mejores aplicaciones o cámara de la mas alta calidad y no nos conformamos queremos otro y otro aunque la realidad es que esta comprobado que solo utilizamos cosas básicas siempre buscamos el mejor y con los nuevos diseños de cargadores para smartphone se compran solo por el poco tiempo que dura en cargarse y las horas de rendiemiento, pienso que cada dia nos alejamos de la realidad para hacernos mas sedentarios y esto afecta directamente nuestra salud pues preferimos pasar horas con un celular que salir.
Creo que cada día somos mas dependientes de estos aparatos. Hay ocasiones en que si uno sufre cuando la batería baja por que es una herramienta de trabajo en lo personal yo me hice muy dependiente por un trabajo en el cual tenia que estar al pendiente las 24 horas pero nos quedamos acostumbrados y dejamos de lado muchas otras cosas no ponemos atención a la familia ya en todos lados la gente estamos pegados al teléfono y no valoramos la compañía de quien tenemos enfrente
Creo que cada día somos mas dependientes de estos aparatos. Hay ocasiones en que si uno sufre cuando la batería baja por que es una herramienta de trabajo en lo personal yo me hice muy dependiente por un trabajo en el cual tenia que estar al pendiente las 24 horas pero nos quedamos acostumbrados y dejamos de lado muchas otras cosas no ponemos atención a la familia ya en todos lados la gente estamos pegados al teléfono y no valoramos la compañía de quien tenemos enfrente
estamos en la era de la tecnología y si tiene sus ventajas y desventajas creo que sol hay que saber hacer buen uso de ella, de vez en cuando hay que preguntarse ¿quien domina a quien?
Y.. en cuanto a los cargadores creo que eso es lo que le da igualdad a los teléfonos celulares
.Hace poco yo tenia un telefono “piedra” y mi cargador es el mismo que ocupo con un samsung galaxy jeje que irónico!
Esto del celular es una gran polémica, pero la realidad es que es una preciada herramienta que nos acerca a otras personas y también para tener comunicación con la familia es por eso que no nos permitimos el que se descargue por que si no ya no estamos en sintonía con el mundo, para muchos es vital, y ya hasta hay un proyecto muy innovador con el cual no se necesita red eléctrica sino simplemente una planta bien cuidada ya que se aprovecha la fotosíntesisy toma la energía residual vegetal para convertirla en energía eléctrica.
Pues la verdad es que hacemos tan necesarias cosas innecesarias!
A cada día la tecnología avanza a paso agigantados y cada vez nos sorprende mas y mas, ahora con la nueva batería de aluminio que nos mencionan. sera una herramienta que nos librara del problema que nos aqueja con la duración de carga de las baterías y estoy seguro que aun falta muchas cosas por descubrir que nos sorprenderán!!!
Hola, realmente me parece un articulo muy cierto, ya que es bien sabido que un cargador, tanto para celular, Tablet, PSP, Nintendo, LapTop, o cualquier articulo electrónico, nos es de gran utilidad y se ha vuelto al igual que este artículo electrónico, un objeto de primera necesidad ya que sin él no podemos hacer cosas que se han vuelto indispensables en nuestra vida como lo son, revisar e-mail, enviar mensajes, o subir una foto a alguna red social.
Algo tan simple como un cargador nos hace ver que tan necesaria es la tecnología y que tan dependientes podemos ser de ella y de la electricidad ya que es algo indispensable en nuestra vida cotidiana.
De esta manera nos damos cuenta que la tecnología sigue y sigue avanzando y nos atrapamos e inclusive nos esclavizamos ante ella por diversión o por necesidad escolar o laboral.
Considero que en la actualidad dependemos de sobre manera de la tecnología y aún que nos facilita mucho nuestras actividades cotidiana también la complica como nos comenta Joana Bonet.
Nos preocupamos de sobre manera por tener la batería baja en el celular, o nos volvemos locos por no encontrar el control remoto de la T.V. y no se diga cuando nos quedamos sin poder revisar un facebook o un mensajero instantáneo.
En ese entorno hemos dejado de lado lo que se puede considerar como simplezas de la vida, tales como observar un atardecer, sentarnos a la mesa y disfrutar una platica en familia o mejor aún estar en una reunión con amigos en donde la gran mayoría están más pendientes de un teléfono que de lo que comentan los asistentes.
Dependemos tanto de todo y de nada a la vez, que como comenta Edgar García nos damos cuenta de nuestra realidad y estoy totalmente de acuerdo con Javier Lezama es bueno crear nuevas alternativas pero sin dejar de lado nuestro planeta, al cual dañamos cada día más.
Si bien es cierto que dependemos en gran manera del celular en nuestro día a día, que cuando suena la alerta de batería baja nos queremos volver locos y no se diga cuando se apaga. También es cierto que son esos momento es donde nos damos cuenta de nuestra gran dependencia en la tecnología, que aunque como seres humanos y creadores de la misma tenemos la creencia de un control total sobre ella, siendo otra nuestra realidad.
Consideremos que los foros de discusión, blogs, etc., son excelentes herramientas para conocer diferentes puntos de vista y opiniones, pero debemos dedicar más tiempo para compartir nuestras experiencia con aquellas personas que son importantes para nosotros de una manera más personal.
Recordemos que la tecnología la debemos usar en nuestro favor y no hacernos dependientes de ella a cada paso que demos en nuestro vivir.
Durante los últimos años los avances tecnológicos han ido avanzando a pasos agigantados, lo que ha generado un cambio en las interrelaciones de los seres humanos, es triste ver que la gran mayoría de las personas vive casi todo su día pendientes del celular. En las reuniones familiares y/o entre amigos ya no se miran a los ojos al platicar pues cada uno atiende a otras personas utilizando su celular.
Es curiosa la transformación que experimentamos al mirar el móvil y percatarnos de que se cuenta solo con el 30,15 o 10 por ciento de batería, ¡pocas veces nos invade un frio espeluznante como éste! pues tenemos miedo de quedarnos “desconectados del mundo”; es increíble como hemos creado una necesidad de algo que está fundado en un principio básico: estar comunicado y de esta manera acortar distancias. Ahora ya no se trata solo de estar comunicado, hemos llegado a ese punto donde ya nada nos satisface pues siempre deseamos lo más nuevo, lo más actual o lo que está de moda; dentro de todo esto buscamos encontrar esa batería que nos libre de cargar con cables o esperar varias horas mientras el celular se carga de nuevo, utilizamos aplicaciones que cada vez consumen más energía lo que implica un uso desmedido de las fuentes de electricidad que como todos sabemos afecta al medio ambiente.
Hemos olvidado lo importante que es nuestro entorno, dejando de lado a la naturaleza que en un principio nos ha dado todo lo necesario para vivir y la cual día con día se deteriora por la sobre explotación a la que la sometemos con cada avance tecnológico al que tenemos acceso y a los cuales siempre escudamos bajo el lema de que son mejoras realizadas que no tienen impacto sobre la naturaleza.
Es inevitable el avance tecnológico y más aún su empleo, sin embargo sería prudente detenernos a valorar todas las cosas que hay a nuestro alrededor desde nuestras familias hasta nuestro entorno.
Recordemos que todo está hecho para un buen fin y que a veces somos nosotros quienes desvirtuamos el propósito para el que fueron concebidos en un inicio.
Esto muestra en difinituva lo atados q nos encontramos ha nuentros moviles por que en efecto hay se encuentran todos nuentros datos personales y es una exelente forma de estar en contacto con quien lo requeramos de multiples maneras,per eso se busca estar menos tiempo separado de el y no sufrir de monofobia,