Saltar al contenido →

50 sombras del feminismo

Fifty-Shades-of-Feminism

Así se titula un libro, hábilmente presentado como respuesta al éxito de la célebre trilogía de E. L. James -50 sombras…-, que sigue traduciéndose con vigor y alimentando en todo el mundo fantasías románticas de sumisión, caviar y bondage. Un grupo de autoras toman como punto de partida La mística del feminismo de Friedman y se dedican a analizar el denostado “ismo”, que a menudo se ha identificado con la fobia, o lo que es peor, con la guerra contra los hombres, en lugar de blindarse gracias a la única noción radical de este: las mujeres son personas. Desde la sexualización de las niñas hasta la desigualdad de sueldos, los males de la pornografía o las esposas objeto de los futbolistas, las sombras que acechan al feminismo parecen aún opacas e inamovibles. Pero también hay miradas triunfalistas, no exentas de sarcasmo, como la de Sandi Toksvig cuando relata cómo, en una ceremonia de graduación, las chicas iban vestidas como prostitutas, hasta el extremo de que no podían sostenerse sobre sus altísimos tacones y tenían que apoyarse en sus padres: “En mi tiempo podías ser literata o prostituta, pero no ambas cosas”.

A menudo se señala al sistema para identificar la bestia negra que retrasa el derrumbe de los techos de cristal. Pero ¿qué hay de nosotras y nuestra herencia? “¿Por qué cuando un hombre me mira a los ojos, sigo bajando la cabeza?”, se pregunta mi amiga Esther, quien asegura que se enfada consigo misma por no poder dominar ese gesto de inhibición acaso registrado en sus pliegues culturales y biológicos que obliga a claudicar incluso a las más liberadas. Como si, aherrojadas por el veneno de siglos, se sintieran desnudas al mantener la mirada y un instinto paralizador les ordenara mostrase cabizbajas. Pienso en todas esas miradas cruzadas. Hombres y mujeres que por un instante logran que algo suyo nos atrape. El juego del azar nos sigue enamorando hasta el extremo de que se convierte en el primer asunto que una pareja comparte y va agrandando a lo largo de los años. Y son bien pocas aquellas que reconocen que él, un día, la miró por primera vez a los ojos y ella rehusó su mirada.

Pienso en aquellos que dicen: “Ahora mandáis vosotras. Sois las que decidís cuándo queréis sexo y cuándo no”; atrevidas, competitivas, sagaces, depredadoras… describen a una nueva raza de mujeres liberadísimas y sin miramientos. Por otro lado, escucho el tan manido “ya no hay hombres que valgan la pena” por parte de quienes defienden las virtudes de la soledad, aunque anhelen todo lo contrario. Eso sí, cuando un hombre las mira a los ojos, inexplicable pero no deliberadamente, continúan bajando la mirada.

(La Vanguardia)

Publicado en Artículos

13 comentarios

  1. Anónimo Anónimo

    Esto es algo nuevo, a pesar de muchos hombres con costumbres e ideas machistas, solo hay que tomar lo mejor del despertar de las mujeres sin llegar al exceso, sobre todo sin olvidar valores, es importante sobresalir de otra forma que no sea solo el hogar, mostrar que tenemos el mismo valor y capacidad que los hombres.

  2. blas paredes blas paredes

    A estas alturas de la película yo diría que la desorientación en territorio femenino es colosal. Tan grande es el empacho de reivindicaciones que una buena parte de las mujeres se muestra incapaz de diferenciar las justas de las anecdóticas.
    “En todo soy más, o por lo menos igual, que el hombre, así que cualquier día me implanto un pene”.
    Con estas y otras parecidas irrisorias jaculatorias (“estoy hasta los….”) parecen dar la razón a los acérrimos machistas de los que tanto reniegan.
    Si yo tuviera que elegir una de ellas, por antonomasia, me quedaría con “Soy dueña de mi cuerpo y hago lo que quiero”, principio irrenunciable de la quintaesencia (o sexta o décima) del nuevo catecismo femenino, (recientemente expuesta por nuestra brava concejala, que en realidad se llama Olvido en vez de Agustina y es de Toledo en vez de Aragón). De aceptarse esta máxima por nuestra trémula sociedad debería derogarse inmediatamente la legislación que permite la investigación de la paternidad, puesto que “aborto si me da la gana” (le guste o no a mi repugnante inseminador) y “paro si me sale de los mismísimos” (por la misma razón que desconsidera el deseo del repugnante).
    Lo triste es que somos muchos hombres los que en la democracia encontrábamos el cauce para que la injusticia hacia las mujeres desapareciera por completo. Y ahora, casi cuarenta años después, asistimos con perplejidad al espectáculo de la gilipollez con demasiada frecuencia.

  3. blas paredes blas paredes

    Antes de recibir la ira divina (Dios seguro que es una mujer) mediante un escrache lapidador, aclaro que en mi comentario anterior se mezcla lo que pienso y una sana intención de provocación que invite al debate y la polémica.
    Espero que así se acepte, señoras mías.

  4. Norma Angelica Sanchez Nieves Norma Angelica Sanchez Nieves

    Termine el primer libro y la verdad considero a la autora de 50 sombras una mujer temeraria, fuerte, libre, capaz de darnos letras tan eróticas, hace años digo que las mujeres por nuestra condicion fisica, podemos ser mejores en la dirección, en la bondad, tarde o temprano, las mujeres tendremos mas horizonte, siempre y cuando nosotras mismas, desde las sombras somo decia Spinoza, trabajemos por esa igualdad, cincuenta sombras mas atrás que los hombres

  5. Raquel Becerra Mtz Raquel Becerra Mtz

    Este articulo nos lleva a pensar que las mujeres podemos indicar el cuando y el como se hacen las cosas que están en nuestro contexto y las mujeres también tenemos que ver siempre otros horizontes trabajando con valores y desde nuestra trinchera donde estemos.

  6. Rosa Benitez Rosa Benitez

    La mujer ha logrado demaciado al paso de los años pues se ha puesto en un lugar importante en la sociedad, esto nos lleva a pensar que no solo es lograr la igualdad de genero como tal; sino una equidad con respeto mutuo entre hombres y mujeres; no quiere decir que seamos iguales en apariencia o manera de pensar sino en las oportunidades de trabajo y muchas cosas mas, no por eso tenemos que perder los valores que tenemos. El tratar de quitar esa ideologia machista a sido dificil pero no es imposible ya que podemos alcanzar una buena comunicación entre nosostros.

  7. José Cuevas José Cuevas

    En la actualidad la mujer tiene la libertad de expresión, ya existe la equidad de genero que les dá las herramientas para poder ocupar puestos o cargos públicos que anteriormente unicamente el hombre podía ocupar, de igual forma incurren en la política, más sin embargo, no se si es por costumbre o por complejidad que ciertamente aún hay mujeres que se sienten dominadas por su pareja con quien comparten su vida, creo que este tipo de casos son reflejados de acuerdo a la forma en que fueron educadas por sus familias, desde sus tatarabuelos, abuelos y padres.

  8. Marìa Guadalupe Martìnez Cortès Marìa Guadalupe Martìnez Cortès

    Para mi punto de vista ni feminismo ni machismo deberìan de existir, sino una igualdad total entre el hombre y la mujer, en su trato, en el respeto, en sus percepciones econòmicas y en el respeto por los derechos humanos. No debemos olvidar que cirtamente hombre y mujeres somos diferentes fìsicamente, pero como seres humanos tenemos el mismo valor. Considero que esta tarea de suprimir pensamientos machistas o feministas nos concierne a todos, ya que los adultos fomentamos una u otra conducta. Si cada quièn reconocièramos nuestro valor como personas y respetaramos a todos por igual sin importar ni el sexo, ni la religiòn, ni el color, ni las preferencias, otra serìa la realidad, una realidad que sin duda nos beneficiarìa a todos.

  9. Laura Martínez Laura Martínez

    He soñado por muchos dias de mi vida, en una utopia donde no hay etiquetas para hombres y mujeres. Donde somos solo humanos, todos de la misma raza y con la equidad en mente como primordial, donde solo este presente el sexo de cada quien; sin embargo idealizaramos el mismo objetivo: evolucionar nuestras mentes como raza. El feminismo sin extremaduras es un paso para materializar esa utopia con la seguire soñando el resto de mi vida.

  10. blas paredes blas paredes

    “El feminismo sin extremaduras”, nos dice Laura. Y quien sabe si sería aún mejor sin cataluñas ni vascongadas. Que nadie se enfade: un poco de humor entre escrache y escrache nunca está de más. Por cierto, ¿Habrá escraches esta semana o tocará irse de puente? ¿Cuantos parados soltarán el parné para asistir a los próximos partidos del Madrid y Barcelona? ¿Seguirán abriéndose bares por doquier porque nos sobra tiempo y dinero? ¿Tienen razón los alemanes cuando muestran la pobre opinión que tienen sobre nosotros? No os perdáis el próximo episodio titulado: “La empanada no era solo gallega”

  11. dalia dalia

    Es verdad que en esta epoca existe una desorientacion tanto en hombres como en mujeres, ya que de unos años a la fecha el crecimiento de la mujer en el aspecto profesionsal y de autoestima a sido impresionante, y no estamos sabiendo hacer un justo balance ni unos ni otros.
    Estamos cayendo en los extremos, olvidando que somos en relidad un complemento.
    Es triste, pero confiemos en que como todo proceso se va a ir ajustando hasta quedar perfecto.

  12. blas paredes blas paredes

    El colmo de la obsesión lo explica con mucha gracia Javier Marías en su muy recomendable “Lección pasada de moda”. Más o menos, para mofarse de las reivindicaciones lingüisticas ridículas, pone este ejemplo:
    Compañeras y compañeros: nos hemos reunido unas y otros profesoras y profesores de este colegio para decirles a nuestras alumnas y alumnos que deben ser más estudiosas y estudiosos si no quieren ser suspendidas y suspendidos. Pena, penita, pena, el ansia que tiene este país por horterizarse a toda velocidad. ¿Y si embarazo a mi compañera y ella quiere abortar aunque yo desee el nacimiento del niño, a quién acudo? ¿Y si alguien o alguienes me aclaran que ella con su cuerpo puede hacer lo que quiera, es ella, por tanto, quien decide si seré o no padre? ¿No debe ser cuestión de dos esto de traer niños a este mundo?

  13. Clara Alegria Clara Alegria

    He notado la controversia que ha creado esta triologia, después me entere que alguien respondió de una manera increíble pues eso es lo que pienso de este libro, sin embargo, llevo tiempo buscándolo para poder leerlo y no encuentro la traducción
    ¿Podrías ayudarme?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.