Saltar al contenido →

Sobredosis de corazones

white-lotus-flower1

Tengo amigas que me regalan mantras y me invitan a ponerme budista; bastan veinte minutos al día, dicen, para respirar profundamente o mirar la luz de la llama de una vela. No me falta buena intención pero pertenezco a esas criaturas que eligen ensoñar antes que meditar, enredar en un mundo interior poblado de historias que se vierten sin fin alguno, con los ojos cerrados. En ese atropellamiento existencial, una se permite licencias de todo tipo, y lejos de vaciarte de palabras y de ideas en posición de loto –que debe ser como un túnel de lavado interior, por las maravillas que cuentan– las fabricas en silencio. Narras en off para desgranar las sobras del día; algunas las revives con una risa sofocante, otras te sumergen en algo más que una tontuna. Es como una tinta nostálgica que se derrama bajo el pecho. Y aún y así, permaneces en esa tintura porque en realidad no hay pastillas para la tristeza, sólo paliativos.

Hoy, la invitación al bienestar constituye de por sí una ideología, además de un negocio suculento cosido con los colores alegres de las cadenas de comida barata, la música que suena en los estadios deportivos o las infinitas terapias orientales que prometen equilibrio, y el surgimiento de una nueva profesión, esa especie de psicólogos-amiguetes que son los coach. La búsqueda de la felicidad se ha convertido en una conquista para la cual se emplea tiempo, coraje y dinero. Y en el ambiente, el ánimo del juego es permanente. Cuando mi madre empezó a utilizar emoticones en sus watsaps como si lo hubiera hecho toda la vida, advertí una vez más que la expresión lúdica de los sentimientos es adictiva. En mi meliflua sobriedad, evito comunicarme como en un videojuego pero aún y así celebro que la gente se diga tantas veces al día que se quiere y que se mande toneladas de amor, una auténtica sobredosis de corazones.
Esta semana, los mandamases de Emiratos Árabes han anunciado que crearán un Ministerio de la Felicidad, una idea más para la formación del nuevo gobierno de España atascado entre malas caras y desplantes. “La clave del éxito del gobierno es introducir cambios reales que forman parte de la felicidad del hombre”, ha razonado el jeque soberano de Dubai. Por supuesto, para condensar mejor sus contradicciones, ha elegido a un mujer para la nueva cartera, justo allí donde ellas tienen prohibido salir a divertirse de noche.

En la ficción refulgente del Golfo, se proponen seguir el mismo modelo del misterioso reino de Bután, uno de los países más pequeños del mundo y también más felices. Entre otros detalles, leo en Wikipedia que “es una sociedad matriarcal en la que algunas mujeres practican incluso la poligamia y está prohibido usar bolsas de plástico o enjaular animales”. Curiosos tres ejemplos juntos que deben hacerlos más dichosos: mujeres liberadas, animales sueltos y menos contaminación. ¿Les hará falta mandarse corazones? Mejor ensoñar.

(La Vanguardia)

Publicado en Artículos

Un comentario

  1. superj a 10.710 km superj a 10.710 km

    espero no leas mis comentarios porque son ya una sobredosis
    y siempre lo mismo : luminosa
    pero estoy joanabonetadicto
    el budismo es una religión, y como tal, sus adeptos c r e e n en kosas q los demás no seremos capaces
    y muchos de esos consejos, bienintencionadísimos, son simplemente majaderos
    short story
    una adepta a alguna religión india cometió matrimonio civil con un colegui de su kosa, y después viajaron a india para una ceremonia religiosa y etcétera
    no los conozco, sí a la hermana de ella, quien era buena gastrónoma, adicta al néctar de los dioses y todolodemás
    de repente, dejó de comer carne de cuadrúpedos, pero siguió entusiasta de pollo pescados etcéteras
    de manual : después, exclusivamente vegetales, pero, eso sí, ella seguía tomando leche -de soya-, queso -de soya-, yogurt -de soya-, carne -de soya-; suprimió haste el chocolate -leche- y el turrónm-miel-
    de manera casi clandestina dejó de beber : no gracias es q tengo q conducir
    ahora está en la etapa de todo crudo; ni pan, luminosa
    a una piza party se prentó con su bandejita de lechuguita y su limoncito y su botellita de agüita
    seguiremos informando

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.