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‘Catalonia social people’

 

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Loles Vidal era el alma de la Torre del Remei: un delicioso palacete modernista que la familia Albó encargó al arquitecto Freixa a primeros de siglo como casa de veraneo, con el fin de atenuar los estragos de un desengaño amoroso que padeció una de las hijas. Desde que lo regentara en los años noventa junto a su marido, el gran chef de Martinet, Josep M. Boix, se erigió como el centro neurálgico de la Cerdanya, esa comarca con forma de cazuela, según Josep Pla. El Remei es un hotel donde se come muy bien, con lago, ermita y unos inabarcables jardines que al atardecer se difuminan desde el verde violento hasta una neblina lechosa que recubre el bosque de los tilos. Juan Carlos I, Margaret Bush, Aznar, Querejeta, Indurain, Néstor Luján -que vivía allí la mitad del año- Eduardo Mendoza, Javier Marías (que paseaba estos días entre las apreciadas secuoyas) han recalado aquí.

Loles Vidal murió el pasado 21 de julio. “No quiso ceremonia, no quiso darnos dolores de cabeza, ni necrológica siquiera”, me cuenta Josep Maria. Elegante y firme, digna, inteligente, en abril decidió que no habría más quimio. Le pidió a su hija y a sus nietos que regresaran a Estados Unidos; no son tiempos para quedarse en España. La pubilla de la armería Vidal de la Seu, una de las mejores maîtres de España, defendía los canelones de toda la vida y el estómago en calma. Se levantaba al salir el sol y se sentaba a tomar café bajo un castaño centenario. Elegía la soledad-palabra, no la soledad-sentimiento, como compañía junto a sus perros, Lluna y Boira. “¿Los lugares preferidos de Loles en La Cerdanya? El Remei -responde Josep Maria-, esto la llenaba por completo. No salía de aquí si no era para ir a Barcelona o a París”. Años noventa. Desfile de Chanel. Pocos invitados españoles. Una mano en el hombro: es ella y su pelo travieso; ella y sus botines de punta; ella y su interpretación afrancesada del zumo de naranja. El sin ti será una soledad solitaria.

A los cinco días después de la muerte de la mestressa del Remei, se casaba la hija de Carles Vilarubí -marido de Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola y una de las empresarias más poderosas; en verano sube en bicicleta la collada de Toses-. Pujol acababa de inculparse, y se desconocía aún hasta qué extremo marcaría la agenda del verano. “Que se vayan a Alemania él y sus hijos”, musitaban algunos invitados de la crème catalana, incluso quienes escuchimizaban los vínculos que durante años mantuvieron con “casa nostra”. En la Cerdanya, la burguesía catalana suele veranear durante la segunda quincena de agosto, después de haber salado su piel en las aguas de la Costa Brava o de Menorca. “El fenómeno de la tercera residencia”, me cuenta Julia Otero, que veranea en la zona.

Muchas familias catalanas hacen doblete entre l’Empordà y la Cerdanya. Desde Narcís Oller con su Pilar Prim, hasta Ramon Casas o el propio Gaudí se sintieron atraídos por el magnetismo que rodea el lago medieval y el club de golf de Puigcerdà. Hará unos treinta años, se empezó a poner de moda subir de Pedralbes a Bovir. Dicen que Josep Lluís Núñez -que posee uno de los más impresionantes miradores de la zona- puso a la Cerdanya en el mapa empresarial de Catalunya.

Entre la sierra de l’Albera i les Gavarres, entre el mar y la montaña, se extiende la sociabilidad catalana del veraneo. Ahí están los caminos de tierra que esconden residencias descomunales, invisibles desde fuera, como marca la proverbial discreción autóctona. En el ya clásico Mas Torrent, Antoni Vila Casas, el empresario que vendió Prodesfarma, se convirtió en mecenas y forró de buenos cuadros l’Empordà y organiza una cita cada verano.

Lo que antes era el Big Rock de Palamós, ahora lo es el Simpson de Llafranc -el watching people- aunque el agosto del who is who barcelonés -que no cabe en el artículo- frecuenta tan solo las cenas privadas. Se invitan entre ellos, como en el juego de la oca: de Aiguablava (Duran i Lleida, este año huésped de Enrico Letta, o Antoni Brufau) a Fonteta (Josep Esteve, Luis Conde, Sixte Cambra, Joan Verdaguer) o a Fontanilles (Emili Cuatrecasas), a S’Agaró (Albert Costafreda), a Llafranc (Josep Creuheras) o a Tamariu (Maria Reig)… Las páginas amarillas vips están inflacionadas. Aunque el 25% de la propiedad de la urbanización La Gavina es rusa y ucraniana. Ahí luce el simbólico hotel, este año de fiesta porque las hermanas Ensesa han reabierto la histórica Taverna del Mar que reingresa en el mapa gastronómico mediterráneo. Casas escondidas entre las rocas y casas soñadas, como la que en los sesenta le encarga Romy Schneider al arquitecto de moda en la Costa Brava, Prats Marsó, espinilla romántica que utiliza Màrius Carol para arrancar Un estiu a l’Empordà.

“El suquet de peix de Portabella no ha sido sustituido como tal, acaso por la vendimia y el civet de Luís Conde”, cuenta Albert Arbós, periodista y autor de un viejo e interesante libro sobre Tarradellas, La conciencia de un pueblo. Entre l’Empordà y la Cerdanya, los burgueses ilustres que reciben suelen decir que no quieren nombres, sino amigos. En las noches refrescadas por el agosto otoñal, a menudo nombres y amigos intercambian los papeles. Y sin dress code ni fiestas de la espuma, se evidencia una vez más que la política también es para el verano.

(La Vanguardia)

Publicado en Artículos

2 comentarios

  1. Ana Ana

    Me gusta este artículo, sigo a Joana Bonet con una cierta distancia, desde que era directora de Marie Claire hasta alguna intervención en la Cadena Ser, me gusta como se expresa. Yo he visitado alguna vez la Cerdanya, he estado en Alp, Bellver de la Cerdanya, la Molina, etc… He podido disfrutar de su paisaje y cuando he pasado por Torre del Remei he pensado como me gustaria entrar aqui, pero mis posibilidades y quizás por complejo (de pensar que solo es para gente pudiente) no lo he hecho.

  2. Volem donar-vos les gre0cies pels dies tant fante0stics que ha passat nb4Alejandro amb tots voalstres. Felicitar-vos per lb4organitzacif3 i per la gran professionalitat de tots els monitors. ENHORABONAAAA!!!!!!Ens agradaria vorer les fotos del flirck i no podem, no sabem el que hem de fer.Moltes gre0cies i fins el prf3xim any. :D

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